La cinta cuanta la historia de la fogosa y temperamental Catalina, la bella hija de un comerciante de la costa levantina cuyo endiablado carácter trae de cabeza a todos cuantos la conocen. Hasta la residencia de dicha dama llega Beltrán de Lara, una especie de Don Juan aventurero que se toma como un asunto personal domar a tan fiera dama. Con tales fines pide al padre de la muchacha su mano, con el deseo de convertirla en su esposa, a lo que este acepta encantado con tal de librarse de su impulsiva hija. Tras una serie de peripecias Beltrán contrae matrimonio con Catalina, llevándosela a su hacienda con el fin de hacerle doblegar su genio. A base de sarcasmo, fingida indiferencia y paciencia, el caballero logra que Catalina se entregue a sus brazos enterrando a la “fierecilla” que se rinde a la llamada del amor.
Pero por encima de toda consideración “La fierecilla domada” es Carmen Sevilla en la cumbre de su belleza y talento. La actriz sabría sacar un partido tan extraordinario al personaje que se convertiría en su mejor interpretación hasta el momento y una de las piedras angulares de su filmografía. Tanto es así que su trabajo se vería reconocido con varios premios, entre ellos el de mejor actriz del año concedido por el Círculo de Escritores Cinematográficos y su homónimo del Sindicato Nacional del Espectáculo, colocándose a la cabeza de las estrellas españolas del momento. A su lado un sensacional Alberto Closas, recién llegado de Argentina, cuya apostura y picardía son el contrapunto ideal de la dama en esta batalla de sexos medieval. Closas estaba recién llegado de su exilio argentino, país al que hubo de huir con su familia tras la guerra civil. En Buenos Aires había desarrollado un intenso periplo cinematográfico, regresando a España en 1954 a instancias de Juan Antonio Bardem para protagonizar “Muerte de un ciclista” (1955). Desde entonces el actor se afincaría de nuevo en nuestro país encadenando una serie de éxitos en cine y teatro hasta su fallecimiento. Su papel de Beltrán de Lara en esta cinta le valdría igualmente el premio al mejor actor del año del Círculo de Escritores Cinematográficos, sentando las bases que le convertirían en uno de los intérpretes más reconocidos de nuestro cine.
Mención especial merece también la música de Augusto Algueró, quién unos años más tarde se convertiría en el primer marido de la protagonista de la cinta y cuya canción "Amor ¿Dónde estás amor?", leitmotiv de la banda sonora, se haría inmensamente popular convirtiéndose en uno de los temas más conocidos de Carmen Sevilla como cantante.
La película tendría una buena acogida comercial tanto en España como en Francia, donde se estrenaría con el título de “La mégère apprivoisée”, en Italia como “La Vergine Ribelle” y en Alemania "Der biderlpenltigen zähmung". El éxito de la cinta llevaría a Carmen Sevilla a rodar el siguiente año una nueva comedia de ambiente medieval en coproducción con Francia junto al ídolo galo Fernandel, basada en el célebre conquistador español Don Juan titulado “El amor de Don Juan”.
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