miércoles, 22 de mayo de 2019

Carmen Sevilla... Coproduciones y Algueró (3ª parte)


En 1958 Carmen se encontraba preparando el rodaje de un musical nostálgico producido por Benito Perojo que llevaba por título "La Violetera", para la cual había comenzado incluso a ensayar algunas escenas. Pero el avispado Perojo viendo el arrollador éxito de Sara Montiel con "El último cuplé", que convertiría a la actriz manchega de la noche a la mañana en la mayor estrella de nuestro cine, decidió jugar la baza comercial segura ofreciendo a Sara protagonizar el filme, con gran disgusto de Carmen que veía de este modo arrebatado el cetro del cine español que había ostentado hasta ese momento. La cinta se convertiría en un enorme éxito, confirmando estatus de la Montiel en la pantalla que no haría sino crecer en los siguientes años. Ese mismo año estuvo también a punto de protagonizar otro de los grandes éxitos de la época, la película "¿Dónde vas Alfonso XII?" que constituyó el cenit de la carrera de su gran amiga Paquita Rico. Paquita era desde el primer momento la actriz elegida para dar vida a la reina María de las Mercedes, pero desavenencias surgidas entre la estrella y los productores de la cinta hicieron que el papel le fuera ofrecido a Carmen, la cual aceptó. La Rico viendo peligrar lo que era a todas luces el mejor papel de su carrera cedió y terminó haciéndose con el personaje.


No obstante ella siguió manteniendo en alza su popularidad en la simpática comedia de Ignacio F. Iquino, "Secretaria para todo" (1958), junto a Tony Leblanc donde efectuaba una personalísima versión de "Las coplas de Luis Candelas" y en la cuarta entrega de la saga "Pan, amor y..." que había dirigido en Italia Vittorio De Sica con Gina Lollobrigida y Sofía Loren respectivamente. El filme de Carmen se llamó "Pan, amor y Andalucía" (1959) dirigida por Javier Setó bajo la supervisión de De Sica coprotagonista del filme. Lo cierto es que a pesar de las buenas intenciones puestas en la producción, sería la más floja de las cuatro entregas de la serie, quedando tan solo para la posteridad la rutilante belleza de su protagonista y una frenética "Tarantella" en la que Carmen mostraba a placer sus espectaculares piernas acentuadas por un montaje que identifica a De Sicca como el gran erotómano que era. Esta misma parte de su anatomía hizo que fuese censurada su intervención en "Europa di notte" (1958), en donde bailaba un frenético tanguillo en un "tablao" madrileño que encendería las iras de los censores de la época. 


Su carrera en el cine continuaba imparable y la artista intentaría completar su felicidad con el éxito personal. En 1961 contrajo matrimonio con el compositor Augusto Algueró que además de ser uno de los músicos más populares del momento, se dedicaría a dirigir la carrera musical de su esposa escribiendo la práctica totalidad de melodías para sus siguientes películas y espectáculos. Fruto de esta unión nacería su único hijo, Augusto Algueró junior. A pesar de tan brillantes inicios el matrimonio resultaría bastante tumultuoso debido a las continúas infidelidades del compositor que darían al traste con la convivencia de la pareja, separándose en 1974.


El mismo año de su unión con Algueró viviría su segunda experiencia americana desempeñando el rol de María Magdalena en la superproducción de Samuel Broston rodada en España "Rey de Reyes" (King of Kings) dirigida por Nicholas Ray con Jeffrey Hunter en el papel de Jesús de Nazareth. La película sería una buena muestra de cine bíblico de excelente factura que obtendría una buena acogida comercial. El papel de Carmen era breve pero importante por lo que la artista se beneficiaría del éxito de la cinta, lo que le permitió entre otras cosas intervenir en 1965 en el célebre show de Ed Sullivan, uno de los programas históricos de la televisión norteamericana. Diez años más tarde de "Rey de Reyes" efectuaría su última participación internacional en la película "Marco Antonio y Cleopatra" (1972), una arriesgada apuesta rodada en nuestro país por el mismísimo Charlton Heston, que interpretaba al personaje titular mientras nuestra estrella se hacía cargo con gran dignidad del secundario rol de Octavia, la esposa romana del protagonista.


Durante la década de los sesenta las propuestas que la estrella recibiría en el cine resultarían cada vez menos interesantes. Además de intervenir junto a Lola Flores y Paquita Rico en la comentadísima "El balcón de la luna" (1962), que constituiría "el canto del cisne" del cine folklórico, la carrera de Carmen se vería repartida entre alguna tentativa dramática como la coproducción hispano-argentina "El secreto de Mónica" (1961), comedias musicales intrascendentes como "Crucero de verano" (1964) y los intentos por mantener vivas algunas fórmulas del pasado dándoles cierto aire de modernidad. En esta última línea rodaría una tercera versión de la novela de Armando Palacio Valdés "La Virgen del Rocío ya entró en Triana" titulada para la ocasión "Camino del Rocío" (1967), un trasnochado asunto basado en el popular pasodoble del Maestro Padilla "El Relicario" (1969), ambas dirigidas por Rafael Gil y una coproducción hispano-mexicana que empleaba la vieja fórmula de mezclar el folklore de ambos países titulado "La guerrillera de Villa" (1968) del especialista en el género Miguel Morayta. En este último filme la estrella cantaba por segunda vez en la pantalla su "Carmen de España" convertido ya en icono artístico propio, además de algunos celebres temas mexicanos como "La cucaracha", "La Adelita" o "Jesusita en Chihuahua". La película fue en principio planteada como un vehículo de lucimiento para Sara Montiel, que rechazó el papel desconfiando de las posibilidades del argumento entre el público, lo que le costó un serio encontronazo con el productor Cesáreo González que terminó en pleito ante los tribunales. La Saritísima perdió el juicio por incumplimiento de contrato, aunque el tiempo daría la razón a la estrella manchega, ya que la cinta pasaría sin pena ni gloria en la mayoría de las salas en las que fue proyectada anunciando el desgaste de un modelo que estaba llegando al agotamiento... (continuará)


miércoles, 8 de mayo de 2019

"Y sin embargo, te quiero" (Quintero, León y Quiroga)



Nos encontramos antes una de las coplas más hermosas jamás escritas y uno de los temas más difíciles de abordar tanto a nivel musical como interpretativo. Fue escrita por Quintero, León y Quiroga para Juanita Reina quién la estrenó en el teatro Reina Victoria de Madrid en 1948 dentro del espectáculo “Salero de España” realizando una creación que sigue resultando antológica y que se convertiría en una de las joyas de su repertorio.


La artista sevillana siempre refirió que era una de las canciones más exigentes a las que se había enfrentado dada la fuerza que requería a la hora de ser interpretada en toda su extensión vocal y dramática. El éxito obtenido por esta zambra propició que Juanita realizase una primera grabación en disco el mismo año de su estreno, que curiosamente no contenía la versión completa del tema, solo aparecía el primer recitativo y la repetición del estribillo tras un pasillo musical. Algunas hipótesis apuntan que la artista no pudo grabar el tema en su totalidad dada su larga duración (más de 5 minutos) y las limitaciones impuestas por los primitivos discos de pizarra de la época, aunque también es posible que en aquel momento se ejerciera cierta censura sobre los versos de la segunda parte en los que la historia se centraba sobre el fruto de los amores ilícitos de la protagonista y el desaire del hombre que la engañó a quién a pesar de todo sigue amando ciegamente… “Vives con unas y otras y “na” se te importa de mi soledad… Sabes que tienes un hijo y ni el apellido le vienes a dar”. Sería Concha Piquer que la incluiría en su último espectáculo “Puente de Coplas”, quién una década después, en 1958, registrase la primera grabación íntegra de esta canción ya con sistema estereofónico en una versión igualmente magnífica y llena de matices como solía brindarnos la artista valenciana. Juanita la volvería a grabar en 1972 ya con la duración original en un disco que repasaba sus principales éxitos.



Sería la artista sevillana quién la llevase también a la pantalla en la película “Vendaval” dirigida en 1949 por Juan de Orduña, que se convertiría a la postre en una de los títulos menos conocidos de su filmografía, hoy en día dificilísimo de encontrar ya que la práctica totalidad de negativos desaparecieron en un incendio conservándose tan solo una copia bastante deteriorada en Sudamérica. En ella la estrella plena de belleza, en su cumbre artística, la interpretaba con la letra ligeramente alterada para adaptarla a la historia que se contaba en el filme. La segunda vez que esta hermosa zambra aparecería en la pantalla lo haría en tono de parodia en la voz de José Sacristán en la comedia "Yo me bajo en la próxima ¿Y usted?" protagonizada junto a Concha Velasco y dirigida por el actor en 1992.


Sin duda alguna la Reina es la artista más asociada a esta bellísima canción y la que más veces la interpretó en los escenarios. La cantó por última vez en el espectáculo “Azabache” estrenado dentro de la Expo de Sevilla de 1992, donde Juanita realizaba un recorrido sentimental a lo ancho y largo de la historia de la Copla junto a mitos como Imperio Argentina, Nati Mistral o Rocío Jurado. En él la artista de 67 años aún daba lecciones de estilo y sabiduría escénica a pesar de que sus condiciones vocales se encontraran ya bastante mermadas. 


Además de Juanita, han sido muchos los intérpretes de la canción que se han acercado a esta zambra enamorándose del sentimiento romántico impreso en sus notas, desde la inmortal y ya nombrada Concha Piquer, hasta artistas de la talla de Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Ana Belén, María José Santiago, Martirio o Charo Reina. Su hechizo ha cautivado a nuevos valores de la Copla como Pasión Vega, Pastora Soler, Miguel Poveda o Clara Montes, a intérpretes del otro lado del Atlántico como Olga Guillot, La Lupe, Toña la Negra e incluso el dúo Pimpinela, a cantautores como Rozalen e incluso a cantantes Pop como la estupenda Marta Sánchez, que grabó en 1999 una adaptación melódica reafirmando la calidad de este tema en un disco recopilatorio donde varios artistas del momento rendían homenaje a la Copla aprovechando el “revival” del género a partir de los años 90, acercando el legado inmortal de nuestra historia musical a las nuevas generaciones.